El Contact tracing es una metodología o táctica que ha sido implementada en diferentes partes del mundo para poder disminuir el crecimiento exponencial de los contagios de la COVID-19. El mundo entero se ha visto afectado por este virus de una forma inesperada, dejando consecuencias severas.
Países enteros obligados a establecer restricciones de movilidad, promover cuarentenas, y hasta modificar por completo el estilo de vida de las personas han sido apenas algunas consecuencias de este periodo crítico de la humanidad. La tecnología, puesta al servicio de las empresas logro adelantar años de desarrollo en solo meses para de alguna manera resistir los embates económicos que produce la pandemia.
Ahora, las entidades públicas, las organizaciones especializadas y las personas, han podido aprovechar el contact tracing a través de los teléfonos móviles para conocer y defenderse de la expansión del virus. A continuación, conocerás un poco más sobre esta tecnología, los tipos de sistemas que se han desarrollado y los principales países que la han implementado.
El Contact tracing
Tal como su nombre lo indica, contact tracing o traza de contactos es una táctica en la que podemos aprovechar recursos comunes, como la conectividad de nuestros móviles y el acceso a internet para verificar si hemos compartido identificadores con otros usuarios. En términos simples, esto nos permite saber si estuvimos en contacto con alguien, que posteriormente fue clasificado en un estatus diferente.
Si adaptamos este concepto al contexto actual producto de la pandemia del COVID 19, el contact tracing nos permite recibir notificaciones y enviar datos a otros usuarios para alertar si estuvimos en contacto con un caso positivo al virus y así implementar de forma más eficiente el distanciamiento y/o aislamiento social para contribuir a la disminución del crecimiento del virus.
Desde esta perspectiva, un sistema de estas característica ayudaría a establecer controles y cuidados más efectivos para disminuir la velocidad del crecimiento de los contagios, contribuiría a la reactivación económica de varios países y en especial sería de gran utilidad para detener los colapsos de los servicios hospitalarios. Pero, lamentablemente tiene un costo gigantesco que pareciera ser difícil de asumir por los usuarios y esto es la privacidad.
Este sistema permitiría localizar e identificar personas, lo que pudiera ser entendido como un circuito de vigilancia activa o pasiva, que más allá de controlar la salud pública, pudiera dejar las puertas abiertas a análisis sociales de mayor complejidad. Veamos a continuación, los tipos de aplicaciones desarrolladas para atender la pandemia y utilizar el contact tracing.
Aplicaciones desarrolladas
La pandemia aunque fue expandiéndose gradualmente, tomo un ritmo violento de crecimiento, debido a que se trataba de un virus nuevo. No habia mayor claridad sobre como se transmitía el contagio, quienes eran más vulnerables y en especial había una gran incertidumbre sobre la verdadera gravedad del virus. Diferentes empresas y organizaciones empezaron a realizar esfuerzos aislados para de alguna manera optimizar los sistemas de contabilización y ayudar al control epidemiológico.
En un principio las aplicaciones de autodiagnóstico, aportaron elementos de valor para conocer los síntomas frecuentes. Con estas aplicaciones las personas podían evitar exponerse y auto distanciarse. Sin embargo, su efectividad es de muy corto alcance, dadas las características del COVID. Existe un amplio numero de días entre el contagio y la presencia de los síntomas. Aquí nace una de las primeras y más importantes razones que convierten al contact tracing en una alternativa válida para ayudar en medio de la situación.
Las aplicaciones de contact tracing permiten detectar si hemos estado cerca de algún caso positivo. Estas funcionan mediante el intercambio de datos con otros dispositivos mediante tecnología Bluetooth. Los usuarios al ser detectados como positivos de COVID 19 emiten un código diferente que se conecta con las aplicaciones y si un identificador con la variación de dato coincide con un identificador con el que tuvimos contacto (en un número de días preestablecido) nos notificará el riesgo de contagio.
Las aplicaciones de contact tracing se dividen en aplicaciones centralizadas y descentralizadas. Ahora descubramos un poco más sobre el funcionamiento de estos tipos de sistemas.
Tipos de sistemas
Los sistemas centralizados de contact tracing recaban la información sobre los contactos de los usuarios y estos son derivados o enviados a un servidor o base de datos. Este sistema ampliamente criticado ha sido asumido por países como China, Singapur, Reino Unido, Francia y Noruega. Mediante estos sistemas se informa a los sistemas de salud y demás autoridades sobre los casos positivos,permitiendo identificar de forma veloz al usuario.
Ciertamente esto trae ventajas importantes para detener el crecimiento de los contagios, pero se discute ampliamente sobre la privacidad de los usuarios y otras variables importantes sobre las consecuencias de notificaciones anónimas, denuncias de casos sospechosos e inclusive la emisión de alertas sobre casos falsos o falsos positivos.
Por otra parte los sistemas descentralizados utilizan los equipos móviles como puntos de difusión sin almacenamiento externo. Son cargados a la nubes códigos que solamente son recibidos por los usuarios que instalan las aplicaciones permitiendo preservar en mayor medida la privacidad de los usuarios. Países como España, Alemania Estonia, Austria y Suiza se han inclinado por estas iniciativas tomando en cuenta protocolos específicos para el manejo de datos y adhiriéndose a una iniciativa privada que nace de dos gigantes tecnológicos como Google y Apple.
Contra el COVID desde el móvil
Los gigantes Apple y Google hicieron pública una iniciativa conjunta para ayudar a establecer sistemas de contact tracing de forma más rápida y eficiente. Al ser una táctica desarrollada a través de móviles, los principales sistemas operativos usados en el mundo son los más indicados para aportar a la solución. Esta iniciativa esta desarrollada en dos fases.
La primera fase una API abierta para que los gobiernos y desarrolladores puedan programar y acceder a las librerías que conformarán las aplicaciones. Esta API permite desarrollar aplicaciones descentralizadas sin almacenamiento de datos. Mientras que se espera que la segunda fase sea desarrollada directamente en los sistemas operativos, permitiéndole al usuario activar o desactivar las alertas de proximidad sin aplicaciones de terceros.
Estos sistemas, si pueden delimitar su alcance y mantener los datos de los usuarios a buen resguardo pueden ser de gran utilidad para ayudar a controlar no solamente este virus, sino posibles eventos futuros.
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