La digitalización es mucho más que estar en internet. Un proceso de digitalización se trata de un entramado de mayor profundidad. Los usuarios del mundo digital valoran ahora más que nunca el uso de herramientas y recursos tecnológicos para mejorar su día a día. De hecho, es probable que en muy probable que en poco tiempo, millones de personas al rededor del mundo realicen sus trámites por canales digitales como primera opción, si los prestadores de servicio garantizan las condiciones adecuadas.
Pero, digitalizar el mundo no está ligado solo a conectarse. Existen muchas variables adicionales que debemos considerar, vamos a descubrir algunos aspectos a continuación.
El mundo aceleró el paso
La realidad es abrumadora. La pandemia del COVID-19 obligó a los sistemas económicos y a las empresas a adelantar de forma apresurada gran cantidad de procesos para poder abastecer diferentes demandas de usuarios. Clientes, empleados y las propias empresas en muchos casos lograron a través de procesos digitales sobreponerse a las dificultades del momento. Sin embargo es importante resaltar que cada sector es diferente y cada empresa tiene retos particulares por superar.
Esto sin duda, nos permite entender que aún hay un recorrido grande pendiente. Cada negocio y cada cliente tiene necesidades especiales que atender, por lo que la personalización de la solución no es solo un elemento más, es una necesidad.
Es importante entender la profundidad de estas necesidades. Los usuarios demandan esfuerzos logísticos más grandes. Repartos. Stocks, disponibilidad de diferentes productos o servicios en un mismo momento.
Además, necesitan encontrar no solo lo que buscan, sino concretamente elementos interesantes o compatibles con sus gustos y preferencias, algo que es posible gracias a la UX Personalización, a motores de recomendación eficientes y a buscadores semánticos.
Adicionalmente a esta evolución de las necesidades de los usuarios, la complejidad para proveer estas soluciones ha incrementado. El usuario actual es más exigente e investiga opciones de forma más exhaustiva, por lo que es importante incorporar de forma activa funciones sociales en la experiencia de compra o de adquisición, a través de similares, que sirvan como influencers.
¿Cómo lograr estas respuestas?
La respuesta parece ser bastante clara. Con datos. Las empresas se debaten en una encrucijada importante, ya que deben mantener su flujo de procesos y tareas, para cumplir objetivos y al mismo tiempo deben cambiar y actualizarse. Poner los datos de sus usuarios a la orden de un servicio de gobernanza empresarial, es un norte a seguir y actualmente pocas empresas lo han logrado de toma absoluta.
La crisis derivada del COVID-19, cómo hemos dicho antes, ha acelerado procesos. Ha llevado a empresas y sectores completos a «dar un salto» en un tiempo más corto de lo esperado. No hacerlo, supone, no solamente perder una oportunidad de ir hacia el futuro, sino que puede poner en peligro el crecimiento de la empresa. Los procesos de digitalización pensados en satisfacer las necesidades de los clientes desde sus datos, nos permite ayudar de forma impresionante todo lo relacionado con la automatización de procesos.
Adicionalmente representa una fuente estratégica de toma de decisiones, ya que podemos obtener de forma clara y precisa los datos que necesitamos para ser más efectivos y eficientes. Para poder enfrentar los cambios constantes del mercado de ahora en adelante, las empresas deberán planificar inversiones importantes para la transformación digital. La incertidumbre es una variable común en los procesos de evolución, pero debe ser asumida para explorar las mejores soluciones que deriven en beneficios para las empresas.
Para explorar de mejor forma lo que implica la digitalización de un negocio, te invitamos a ver una presentación de Nicola Fanelli, del equipo de Grapheverywhere donde profundiza en esta materia.
